Depilación. Cera templada o tibia

Aunque la finalidad es la misma, liberar nuestras piernas de pelitos inoportunos, el procedimiento no tiene nada que ver con la depilación tradicional, ya que es mucho más suave y sus efectos alargan el tiempo entre sesión y sesión, además de debilitar progresivamente el vello.

El protocolo

Antes de llevar a cabo la depilación hidrata tus piernas, evitará que el tirón resulte desagradable y que el resultado sea el óptimo.

Microexfoliar diariamente la piel con un guante de crin suave y natural, hará que los temidos pelillos enquistados no aparezcan.

Lo que más os gusta: el ritual incluye un masaje ligero de hidratación post-depil, con una crema ácida al limón que no sólo refresca sino que frena la aparición del vello.